Esta tierra que hay en el pecho,
no deja de enterrar dolor.
Empeñándome a sentir,
obligándome a pensar,
esta vida se apresura,
me pisa los talones,
me recuerda a mi vejez.
No sé cuanto tiempo aguantaré,
arrodillado frente a frente,
mi yo contra mi,
ayornando pasado,
reuniendo pesadillas.
El tiempo viste al viento,
dejandome solo,
muy solo.
Una gota de alcohol se asoma,
le agrega estrellas a la noche,
mujeres a mi cama,
y deseos a mis ansias.
Esta tierra que hay en el pecho,
no deja de enterrar dolor.
Espero que aguantes mucho tiempo y que el dolor se esfume.
ResponderEliminaresos dos versos que comienzan y cierran
ResponderEliminarson atrapadores, se palpan.
mi beso
cuanta osadia, cuanta entrega, cuanta libertad en tus poemas.
ResponderEliminarcomo decia alejandra:
"cuando a la casa del lenguaje
se le vuela el tejado
y las palabras no guarecen
yo hablo"
abrazo