De noche, no vemos nada, la cegues juega a favor y la lluvia
moja menos. De dia, nos atormentamos de más, nos creemos ombligos y queremos
actuar.
Nos tatuaron de chicos una santidad, vida repetitiva, donde
dictadores y marginados se toman de la mano para trazar un camino que solo
desahoga. El dictador pide mas de lo suyo, y el marginado misericordia de una sociedad.
Si la verdad es precaria,
se codean,
y por lo bajo,
batallan sin nombrar 'mentira'.
Y si la verdad es nula,
revolución,
se esparce algo nuevo.
El punto está en saber que es sostén y que es motor para
nosotros. Qué es lo que nos mantiene vivos y qué nos motiva a vivir, a hacer,
hacernos.
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