domingo, 13 de diciembre de 2009

Respeto a la Soberbia


Llego a una ciudad bastante incomoda
al caminar.
Bastante acobardada al mirar.
y muy ciega al rezar.
Un Buenos Aires hecho pedazos,
lleno de promesas insalubres.
Lleno de fútbol con violencia.
De música con violencia.
Muy confianzuda al votar
lo que le dijo uno en un afiche.
porque no es culpa del ciudadano laburante
caer en la trampa del ambicioso.
Ahora caigo arrodillado,
me las rebusco para caminar.
Las baldosas me hacen sangrar
Respeto a la Soberbia.
No hay remedio que lo pare.
Me quiero levantar y no puedo.
El respeto a la soberbia me persigue.
Me sigue persiguiendo.
Aunque hable con dolo.
Me lastima.
No se la quiero chupar a ningún Dios.
Ahora caigo de pecho.
Con la cabeza arriba puedo observar…
Zapatillas sin desgaste,
Una chapa sin revoque.
Cartoneros con oficio,
cartoneros con aritos.
Infaltable cenicero con forma de mi tierra.
Un viento que arrastra
La basura mal tirada.
En ese momento me resigno,
lo tengo que aceptar.
Aceptar que soy como vos.
Como el.
Como todos.
Aceptar que existe el respeto.
Aceptar que existe la soberbia.
Aceptar que tengo que aceptar.
Tengo que tragar que hay gente
que piensa distinto.
Defender lo mió y escuchar lo tuyo.
Recupero el orgullo avergonzado.
Pido revancha.
Me la dan.
Al final la vida no es tan cruel.
Que con respeto se puede pelear,
aun en el ring mas soberbio.

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