lunes, 11 de julio de 2011

Hipótesis de un cambio


El cielo se torna a celeste. Algo indeciso y blando, burlándose de nubes rojas.
El cielo quiere venderme ángeles vagos que piden limosna en su castillo, y proclaman la vida de su rey.
El cielo se declara disconforme con la tierra. Me dice que acá somos ignorantes de su naturaleza.
El cielo mantiene el mismo discurso desde su creación.

Y un día, yo diría sagrado, me levante con el pulgar hacia arriba y los ojos cerrados para dejar de ver todo aquello que mi propia casa me enseño.

Hoy convivo en la tierra, donde se asemeja la realidad con el ser humano, donde el sentido de vivir esta compuesto por el hombre y sus ganas de sentir y hacer.
Y no es el infierno. Para nada. Es mi tierra, la que toque de chico cuando aprendía mis primeros pasos, la que comía equivocadamente, la que piso y disfruto todos los días.

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