miércoles, 6 de junio de 2012

Podremos superarnos a nosotros mismos. Pero al Maestro, Jamás...


Dedicado a Pachi y  a Fer...



Este escrito sale de la nada y no tan de la nada. De la nada porque no hubo ningún hecho clave para que me impulsara, ningún acto inesperado, ni ninguna aparición de alguien que pueda conspirar contra mí y así refundar esa especie de inspiración semanal.
Pero no tan de la nada, porque fue producto de algo, no de un hecho, sino de una sucesión de pensamientos en el colectivo, o en la vereda esperando el colectivo, o simplemente caminando entre la gente.

El ser humano carga con dosis  de moral, otras de coraje, y también se puede decir de picardía. Entre Otras.
A medida que uno va creciendo, va adquiriendo  dentro y fuera de la casa, porcentajes o partes de estos tres elementos, que como ya dijimos fueron seleccionados dentro de otros tantos.
Con la familia, por ejemplo, adquirimos en gran cantidad la moral, esa que muchas veces apadrina la vergüenza, o la que muchas veces nos logra bajar de un carro de dos pisos. Después de coraje y picardía poseemos una parte también, y eso depende de cada uno.
Después, cuando pasamos largo rato con los amigos, la picardía pega el estirón y el coraje crece y funciona de manera colectiva, es decir, subimos al ring arengados por terceros. Y solos, somos terribles cagones.
La moral es ignorada. O no. No es ignorada, sino que se mantiene encerrada en nuestra casa. Adentro somos más papistas que el papa, y afuera somos de esa manera cada muerte de obispo (la religión apadrina muchas veces la moral)
Hasta ahora dos factores modificaron nuestra personalidad. Dentro y fuera de casa.
El tercer factor, tiene que ver con la quintaescencia de uno mismo, con poder superarse y proteger el autoestima, lograr que nuestra sonrisa baile por sí misma, simplemente ser.

Y es ahí donde aparecen los maestros. Algunos tendrán uno, otros  2 o más de 2. Otros dirán que son sus padres y así logran conformarse dentro de sus chozas.
El maestro tiene la palabra justa, tiene el don de despejar cualquier cielo, guarda la ira y la transforma en sermones de vivencias y experiencias, tiene la paciencia de una hormiga.
El Maestro nos da de los tres elementos lo justo y necesario, afrontamos problemas en base a sus palabras, cabeceamos gracias a sus centros, somos sanos esclavos de sus estados de ánimo.
 Con el solo hecho de vivir, el maestro nos mantiene en pie. Lo vemos ahí, feliz, viviendo, y esa mirada, tan especial que le tenemos, es una proyección de nuestro futuro.

La familia nos crea, nos da la forma y el material. Después los amigos nos enseñan a caminar, y más rápidamente a correr.  Ahí nos atropellamos todo y nos podemos lastimar. Pero el maestro, sabio por naturaleza, nos abre los ojos. Y así, ya formados y agitados, podemos ver.


Y hay algo que debemos tener bien claro: Podremos superarnos a nosotros mismos, pero al maestro, Jamás…

7 comentarios :

  1. ¡¡¡gracias Pedro!!!
    hace ya mucho tiempo...
    cuando todavía te peinabas...
    cuando apenas caminabas tu séptimo grado;
    empezaba a forjarse, en mi, una pregunta:

    ¿quién es el Maestro?

    desde el lugar donde algún día se forjaron tus "sueños blancos"
    te mando un abrazo, con olor a tierra mojada y colores de otoño

    Fer

    ResponderEliminar
  2. aUNQUE MUCHO LO INTENTEMOS, CON FER, NUNCA VAMOS A PODER SUPERARTE!!!!!! MAESTRO.
    Igual está bueno que no sea una competencia de superación, sino que juntos caminemos... Es más divertido caminar de a varios. se hace más llevadero.
    Creo que de eso se trata, de caminar. así se hace el camino. Juntos caminar la picardía, el olor a tierra mojada, los colores de otoño, los sueños blancos, juntos caminando los rituales familares, juntos bailando y la luna testigo, como un puzzle armando la esperanza, con algún vinito en la panza. Pasito a paso, a veces retocediendo, o mejor dicho tomando impulso...
    Abrazo Troesma!!!!

    Pachipax a sus órdenes!!!!

    ResponderEliminar
  3. Muchas gracias genios!....Les debo mucho!

    ResponderEliminar
  4. muy lindo pedro. aunque me siento tan celosa que apenas lo puedo soportar. roberta

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sin vos Rober, no hubiese podido escribir nada. Gracias a vos existe el 98 % de este blog. Por no decir el 100.



      Gracias

      Eliminar
  5. muy emocionada. lo mejor para vos siempre. rober

    ResponderEliminar
  6. ídola rober!!!!
    pachi

    ResponderEliminar

Podés comentar lo que tengas ganas, si te gustó, si no te gustó, si te deprimí, si te alegré.