jueves, 14 de marzo de 2013

Reflexiones cabizbajas en Avellaneda


La gente me mira raro y susurra por lo bajo, no sé que hago escribiendo en esta situación, es que la mayoría ha optado por opinar simulando un titulo de medicina la problemática que reúne a todo el vagón: Una señora desmayada.

-Suena deshumano pero que la bajen, hasta que llegue la ambulancia se me pasa el tiempo…- Comenta alguien.

¿Y que decir? A mi algunas cosas prefiero que no suenen, que se guarden y se transformen en donde nacen.
O que suene y no figure en el curriculum del planeta. Pero no, el yoismo.
 Pensar en nosotros es lo que nos enseña el rededor. Pensar en nosotros es la mejor manera de algunos para escapar de lo que mas les fastidia: los otros.

¿Pero que es mejor? – ya yéndonos- ¿Dormir junto a alguien despierto o estar despabilado junto a alguien que adormece?
El primero es paz propia pura, y la segunda es la paz del otro que te lleva a una posición, natural para algunos, forzosa para otros.

Pequeñas diferencias que uno tiene que replantearse. Y si uno esta de acuerdo con si mismo debe replanteárselo devuelta porque la cuestión no es el auto dialogo, sino de saber como uno percibe las cosas naturalmente.

El tren arranca, pero quédense tranquilos, la señora esta bien…

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